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Seguramente en algún momento ha escuchado el término “Programación Neurolingüística” (PNL o NLP por sus siglas en inglés) e incluso lo han tratado de sorprender con supuestas evidencias científicas sobre la efectividad de esta técnica. En la actualidad la PNL es ampliamente difundida en libros de autoayuda, psicología, estrategias de negocios, marketing, etcétera.
Los fundadores y seguidores de la PNL afirman que las bases de esta técnica están fundadas en el análisis del pensamiento de los grandes genios y los patrones de comportamiento de las personas de éxito. Sin embargo, el estudio del pensamiento de un genio como Gödel o de Mozart podría producir miles de "modelos" relacionados con la forma en que trabajan esas mentes. No hay manera de saber cuál de los modelos es el correcto. Si alguien se somete a las mismas experiencias de Einstein no necesariamente logra desarrollar una teoría científica que cambie radicalmente el pensamiento de la humanidad, así como si alguien sigue al pie de la letra el comportamiento de Johann Sebastian Bach no necesariamente podrá escribir obras musicales tan majestuosas.
“Si alguien puede hacer algo, cualquiera puede aprender a hacerlo (…) basta con programarte de la forma correcta”[1] o “Si una persona puede hacer algo, cualquier otra puede aprender a hacerlo. Si alguien puede, tú también. Nuestras capacidades están latentes. El que no las hayamos desarrollado no significa que no podamos hacerlo”[2]. Estas afirmaciones son frecuentes entre los seguidores de la PNL. De acuerdo a las mismas, si Mozart podía memorizar una melodía con tan solo escucharla, cualquiera también podría hacerlo, sin embargo, las expresiones en cuestión pasan por alto las capacidades y habilidades innatas de una persona. Por ejemplo, ¿es lógico pensar que un niño de 10 años logre ganarle una carrera de natación a Michael Phelps (nadador olímpico con 22 medallas y altura 1.93 m) solo con desearlo y programarse de la forma correcta? ¿Acaso alguien con solo programarse con PNL podrá resolver un examen de física nuclear avanzada sin conocer las bases mínimas de la física? Como decía Thomas Alba Edison: “la genialidad es 1% de inspiración y 99% de transpiración”. No basta con desear algo y programarse para lograrlo, hay que trabajar intensamente por las metas y reconocer que algunas veces éstas jamás serán alcanzables. Si el niño de 10 años que desea ganarle la competencia a Michael Phelps crece sin las cualidades genéticas adecuadas (por ejemplo es bajo, gordo y con brazos cortos) por mucho que se programe, jamás vencerá al mencionado nadador. En resumidas cuentas, no somos superhéroes mal programados, como intentan hacernos creer.
Como se dijo al principio, la PNL pretende ser, de cierta forma, un método de autosuperación, y por tanto, según dice la teoría de la PNL, no existen errores, fracasos o equivocaciones sino realimentaciones de mejora. Eso a todas luces suena muy bonito, sin embargo, esa afirmación es completamente salida de la realidad. Acaso cuando un avión choca contra una montaña debido a un error del controlador aéreo dejando cientos de cadáveres, ¿deberíamos decirle a ese controlador que no se equivocó sino que esto es una realimentación de mejora?, cuándo en una cirugía el médico le amputa el pie equivocado a un paciente o le saca el riñón bueno en vez del malo ¿bastará con decirle que no fue un error o un fracaso sino que es un nuevo aprendizaje para su vida?.
Otra gran afirmación de la PNL es que cada persona tiene un Sistema Primario de Representación (PRS), por medio del cual adquiere la información del entorno; este puede ser visual, auditivo, cenestésico, olfativo o gustativo. En parte, esto es cierto. La extrapolación que hacen quienes defienden la PNL es que a partir de simples recetas como las palabras que se usan en una conversación o la forma en que se mueven los ojos ante ciertos estímulos, se puede conocer su PRS. Si alguien, por ejemplo, dice en su discurso “claramente esto se puede resolver así” un seguidor de la PNL lo encasillaría en un PRS visual en vez de auditivo. Sin embargo, ¿acaso un invidente no podría utilizar alguna vez expresiones tales como “claramente”, “a la luz de”, “brilla por su ausencia”, etc.? O ¿Acaso toda persona cenestésica te toca cuando habla y mueve continuamente sus manos?. No hay ningún estudio científico que respalde esto, y al contrario, parece ser otra generalización burda de un sistema tan complejo como el ser humano, pues se olvida que en ciertos momentos es necesario tocar al interlocutor mientras se habla, otras veces es necesario hablar en voz alta, otras en voz baja, otras en cambio, se necesita puntualizar un tema, etc. La PNL olvida que el discurso y las estrategias comunicativas utilizadas cambian de acuerdo al interlocutor y la experiencia que se está desarrollando, y no por una expresión en un momento particular, se puede encasillar a una persona en un PRS.
No hay duda que el análisis de la expresión oral y corporal brinda indicios de muchos parámetros, tales como: estado de ánimo, tradiciones, gustos, reacciones, nivel intelectual, entre otros. No obstante, se desestima la variabilidad humana frente a factores exógenos y endógenos cuando se trata de enmarcar a una persona en patrones absolutos, tal como pretende hacerlo la PNL.
Por ejemplo, para un seguidor de la PNL, cruzar los brazos durante una conversación indica que está cerrado o que está a la defensiva, ¿acaso no puede ser una persona con frio o simplemente que se siente cómoda con esa posición de sus manos? Frotarse las orejas no necesariamente indica que alguien tenga una incertidumbre, puede ser que las tenga frías, que tenga alguna molestia o incluso que simplemente desee reparar algo en ellas.
Hay varias decenas de instrucciones con las cuales, en teoría, se puede “leer” el pensamiento de un interlocutor, y aunque para algunos casos aplica, es un error considerar los modos corporales o verbales como regla general para todos los humanos en todos los casos.
Para finalizar, si usted entra a la página oficial de “The Society of Neuro-Linguistic Programming” (http://www.society-of-nlp.net/) fundada por Richard Bandler podrá ver una gran variedad de marcas registradas, conferencias, seminarios (todos con precios elevados), pero no hay un solo artículo de carácter científico mostrando las evidencias de que la PNL es un método objetivo.
Solo un comentario final. Las pruebas anecdóticas nunca prueban nada, en muchos casos son casualidades y no causalidades. Así, si una persona ha alcanzado el éxito con la práctica del PNL hay millones de personas que seguramente no lo ha logrado y estas personas son las que dan indicios de lo ineficiente del método.
[1] “Programación Neurolingüística. Las Claves Para Una Comunicación Más Efectiva” Steve Bavister, Amanda Vickers. Pág. 40.
[2] http://www.instituto-pnl.com/coaching-pnl/vivir-con-la-pnl