Correo: david.galeano (at) escepticoscolombia.org
Hace algunos años, salieron a la venta las famosas pulseras “Power Balance”. Estoy seguro que usted habrá visto alguna de éstas en el brazo de algún amigo, pariente o incluso en el suyo mismo. Pero ¿qué son estas pulseras? ¿Por qué son tan famosas? ¿Será que realmente mejoran la fuerza y el equilibrio de quien las usa?
¿Pero qué efecto genera esto? Algunas personas son altamente propensas a creer y más si esa creencia está respaldada por un ícono social. Este es el efecto real de Power Balance.
No obstante a toda la publicidad que se le ha hecho a las pulseras Power Balance, todos los estudios científicos que han pretendido analizar la efectividad de la pulsera para incrementar las condiciones físicas de una persona, han mostrado que realmente ésta no funciona.
Dentro de estos estudios, se destaca por ejemplo el realizado por el National Center for Biotechnology Information [2] donde se concluye que no hubo ningún cambio estadísticamente significativo en el equilibrio de las personas cuando utilizaban una pulsera falsa y una original. Los resultados de este estudio indican que un holograma decorativo no tiene efecto sobre el equilibrio humano y la estabilidad mecánica.
Otro estudio que desmiente la efectividad de las pulseras Power Balance es el realizado por The Independent Investigation Group donde se hicieron pruebas con brazaletes originales y brazaletes falsos. El resultado de las pruebas fue que no existe diferencia entre los beneficios de los brazaletes originales con los falsificados, sugiriendo esto que las supuestas sensaciones de bienestar no son más que efecto placebo. [3]
La pregunta que algunos lectores pueden estarse haciendo es, ¿Cómo logra semejante éxito comercial Power Balance si todas las pruebas científicas han arrojado resultados negativos al supuesto efecto? Para dar respuesta a este interrogante, a continuación se explicará cada uno de los argumentos presentados por las empresas promotoras de estas pulseras “mágicas”.
Cuando te acercas a un vendedor de las pulseras Power Balance, éste te aborda con frases como: “el holograma de la pulsera está configurado a una frecuencia determinada, de tal forma que se suma a la frecuencia natural de tu cuerpo para darte mayor rendimiento y equilibrio” o “la pulsera está cargada de iones negativos que se compensan con los iones positivos de tu cuerpo generándote el máximo beneficio”.
Primero de todo, el holograma es una película plástica impresa que no tiene campo magnético pues no es un material metálico en el que se pueda crear un imán permanente, cualquiera puede probar que es imposible magnetizar (de tal forma que se convierta en un imán permanente) a una hoja de plástico.
Adicional a lo anterior, es absurdo hablar de la existencia de una “frecuencia natural del cuerpo”, pues éste no posee una frecuencia energética determinada, de hecho, el cuerpo humano no tiene más energía que la obtenida por el ATP (Adenosín Trifosfáto) para ser consumida por las enzimas en la catálisis de múltiples procesos químicos. El lector podrá argumentar que existen otras energías que posee el cuerpo humano, como la cinética, potencial, electromagnética, térmica, etc, sin embargo, se sabe que ninguna de ellas puede ser modificada por el uso de una pulsera de plástico en uno de los brazos.
Los promotores de la pulsera Power Balance suelen decir que “frecuencia natural del cuerpo” hace mención al término científico “frecuencia de resonancia” el cual hace referencia a la máxima vibración mecánica alcanzada por un cuerpo cuando se excita a una frecuencia determinada, sin embargo, esta frecuencia de resonancia mecánica varía de cuerpo a cuerpo y es absolutamente imposible definir una frecuencia de resonancia genérica (todos los cuerpos son totalmente diferentes).
Sin embargo la mayoría de promotores de la pulsera Power Balance, hablan de una “frecuencia natural del cuerpo” que es de orden místico, y de la cual podemos afirmar con total certeza que no consta la más mínima prueba de su existencia. En este punto vale la pena recordar la frase de Christopher Hitchens “Aquello que puede ser afirmado sin evidencia, puede ser desechado sin evidencia”.
¿Y qué de los supuestos iones positivos que genera la pulsera? Primero que todo, expliquemos que es ionizar: este término hace referencia a la pérdida o ganancia de electrones por parte de un átomo neutro (igual número de protones y electrones). Para lograr esto se necesita de energía. ¿De dónde saca una pulsera de plástico la energía para ionizar el aire? De ninguna parte, por lo tanto este argumento se cae por su propio peso.
Igualmente, cuando vas donde un vendedor de pulseras Power Balance, éste te hace una supuesta demostración del poder de las mismas. Te dice que te pares en una sola pierna y extiendas los brazos, tal como se muestra en la figura 1a.
Luego, el vendedor que trata de probar la efectividad de la pulsera Power Balance nos indica que nos pongamos la pulsera (figura 2), y se repite la misma prueba pero esta vez la fuerza se hace un tanto inclinada de tal forma que la componente de dicha fuerza apunta hacia el pie que está en el suelo (ver figura 2) y así no se cae la persona.
No obstante a todas las pruebas que existen contra la efectividad de la mencionada pulsera, esta se sigue comercializando, y como si fuera poco, hoy existen varias marcas de pulseras que intentan emular a Power Balance. El lector puede buscar en internet la publicidad de marcas como High Energy, Pro EnergyLife, PowerLife entre otras, que prometen lo mismo que Power Balance, sin embargo, todas ellas son el mismo fraude.
Y el fraude quedó tan a la vista que incluso varios países han llevado a los estrados judiciales la farsa de las pulseras de Power Balance. En noviembre de 2010 Power Balance debió pagar una multa de 15.000 euros en España al ser acusados por fraude, en Italia también fue multado Power Balance por 350.000 eurosdebido a que se dictaminó que los consumidores fueron inducidos a comprar las pulseras a partir de mensajes engañosos. Pero sin duda, la pena más grande impuesta a Power Balance se dio en Estados Unidos donde se dictaminó que la multinacional deberá pagar 57 millones de dólares a un grupo de consumidores que el año pasado presentaron una demanda a Power Balance por publicidad engañosa.
Uno de los casos más sonados entre los escándalos de Power Balance, fue el protagonizado en Australia donde la multinacional tuvo que eliminar la publicidad engañosa de su sitio web y las cajas donde se venden las pulseras, publicar un aviso que informaba a los consumidores que las proclamas de las pulseras no pudieron ser confirmadas, devolverle el dinero a los consumidores que se consideren engañados y quitar de la pulsera las palabras “tecnología de rendimiento”. A continuación se muestra el comunicado emitido por Power Balance admitiendo que sus brazaletes son un engaño:
A todas luces, Power Balance y demás pulseras con supuestos poderes energéticos no son más que un engaño comercial.
Referencias
[1] http://www.powerbalance.com/athlete-rubens-barrichello
[2] Brice SR, Jarosz BS, Ames RA, Baglin J, Da Costa C. (2011). "The effect of close proximity holographic wristbands on human balance and limits of stability: A randomised, placebo-controlled trial". J BodywMovTher15 (3): 298–303. (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21665105)
[3] http://www.iigwest.com/investigations/powerbalance/index.html