Michel de Notredame autodenominado Nostradamus (forma latinizada de su apellido), es sin lugar a dudas uno de los personajes más controvertidos del siglo XXI al relacionarlo con ciertas predicciones sobre nuestros tiempos que supuestamente se están cumpliendo, pero ¿en realidad Nostradamus hizo alguna predicción certera o todas sus predicciones entran en el ámbito de lo ambiguo?. Para responder a esta pregunta hay que conocer acerca de la vida de este personaje.
La relación con Escaligero duró poco tiempo, pues Nostradamus comenzó a mostrar un notorio gusto por las artes adivinatorias y la astrología; cosas que Escaligero no veía con buenos ojos. Luego de la separación, Nostradamus comenzó a hacer predicciones en base a los conocimientos que sobre las “artes” adivinatorias había adquirido y a la par comenzó a ejercer la medicina.
Después de años dedicado de lleno a la profesión de medico y adivino, se le otorgó una pensión vitalicia por la gran ayuda que le había prestado a la comunidad en los tratamientos de peste bubónica, que por aquel entonces acechaban la región. Esta pensión vitalicia fue el gran golpe de suerte para Nostradamus, lo que le permitió dedicarse de lleno a la astrología y ciencias adivinatorias que no dejaban por aquel entonces altos ingresos.
Así fue como a partir de 1533 dedicó todo su tiempo a intentar predecir el futuro, pero ¿realmente predijo algo? Sus supuestas predicciones eran tan ambiguas y se prestaban a tantas interpretaciones que inclusive ni sus más fieles discípulos se ponían de acuerdo en el significado de las mismas. Basta ver un ejemplo de cuan ambiguas eran sus predicciones para sus contemporáneos, cuando estos requerían sus servicios de adivino.
En 1562 el obispo de Orange visitó a Nostradamus para pedirle ayuda en la recuperación de unos objetos sagrados robados de la catedral. La respuesta de Nostradamus luego de remitirse a sus rituales adivinatorios fue:
“Señores, no tengáis miedo de ningún tipo, porque dentro de poco todo será hallado, y en caso de no ser así, tened la seguridad de que se acerca un desdichado destino (para los ladrones)…”
Así que, si se recuperaba lo robado o si no, Nostradamus habría acertado. Esto no es nada diferente a lo que hacen los astrólogos, quirománticos y demás embaucadores de hoy día.
Las predicciones de Nostradamus en su libro “Centurias Astrológicas” son tan ambiguas que no existe un solo seguidor actual de Nostradamus que se atreva a predecir, en base a los conocimientos que tiene sobre Nostradamus, el lugar y la fecha de algún acontecimiento importante para la humanidad. Lo que si saben hacer muy bien los seguidores de Nostradamus es recurrir a su libro “Centuras Astrológicas” cuando ocurre algún evento de interés mundial y acomodar cuartetos poniendo símbolos acomodados a su antojo para luego salir a decir a los mil vientos que Nostradamus había predicho el acontecimiento.
Pero entonces ¿A que se debe la fama de Nostradamus?. Resulta que la reina de Francia Catalina de Médicis, era una admiradora de Nostradamus y quedó encantada con éste cuando Nostradamus le explicó el significado de su primera centuria. Posteriormente lo nombró Consejero y médico de la corona.
Así, con la ayuda del snobismo monárquico de aquella época, un simple adivino (que en nada se diferenciaba de otros de su misma época) gano la fama suficiente como para mantenerse hasta hoy día.
Las razones para que actualmente se siga manteniendo un marcado respeto por las supuestas predicciones de Nostradamus está en la ambigüedad de estas y algunas veces a la manipulación que se le ha hecho a sus escritos, más específicamente a su libro “Centurias Astrológicas” para engañar a un público crédulo. Veamos un caso particular de lo que expongo.
Después del criminal atentado al World Trade Center, algunos individuos inescrupulosos comenzaron a difundir supuestas predicciones que habría hecho Nostradamus sobre el atentado terrorista; según varios noticieros, tanto nacionales como internacionales, una supuesta predicción de Nostradamus es la siguiente:
"Durante el año del nuevo siglo y nueve meses vendrá el gran rey del terror... A los 45º el cielo será incendiado. El fuego se avecina a la gran nueva ciudad. En la gran ciudad de York habrá dos grandes colisiones donde se destrozarán 2 gemelas, después a corto tiempo vendrá el caos y la gran fortaleza caerá, después comenzará la 3a guerra mundial, cuando la gran ciudad arda en llamas."
Los que afirman que Nostradamus había predicho con anterioridad el ataque a las torres gemelas, se basan en una falsificación por alteración intencionada de algunas líneas, junto con la fusión de las líneas de la décima centuria en el cuarteto 72 y de la sexta centuria del cuarteto 97. En la primera dice:
"Durante el año del nuevo siglo y nueve meses vendrá el gran rey del terror."
Si nos remitimos al libro donde Nostradamus plasmó sus predicciones, Centurias astrológicas, veremos que lo que realmente dice es lo siguiente:
"En el séptimo mes del año de 1999 vendrá el gran rey del terror"
Es evidente que la profecía original y la que se dio a conocer por los medios masivos de comunicación son diferentes. Las siguientes líneas de la cita falsificada fueron extraídas de otra parte: de la sexta centuria del cuarteto 97. Allí se lee:
"A los 45º el cielo será incendiado. El fuego se avecina a la gran nueva ciudad."
Aunque se ha tratado de identificar la latitud de Nueva York con la cifra de esta línea, hay una gran diferencia: la latitud de Central Park es 40° 47' N, que difiere bastante de los 45º de la profecía. No obstante, esto no es muy importante; lo verdaderamente relevante de este aparte de la supuesta predicción es que, si leemos el resto de la sexta centuria en el cuarteto 97, encontramos lo siguiente:
"En el instante en que la gran llamarada se expanda, saltará la voluntad desde lo alto, cuando alguien vaya a querer pruebas de los Normandos."
Esto no concordaría con lo ocurrido en Estados Unidos, por lo tanto, los proselitistas del mito de las capacidades proféticas de Nostradamus tomaron un curso de acción poco limpio: tomaron los apartes de la décima centuria el cuarteto 72 y de la sexta centuria en el cuarteto 97 que se ajustaran a ocurrido en el World Trade Center para fusionarlas luego de modificar algunas partes, y así lograron una predicción falsa más convincente.
De igual forma se le ha atribuido a Nostradamus la predicción de la tragedia del Columbia en los siguientes cuartetos:
“En la misión de la primera estrella azul,
un niño de la tierra santa entre los siete perecerá,
cuando la nave descienda del cielo de los cielos,
la estrella solitaria se esparcirá con los restos.”
La predicción anterior fue supuestamente hecha por Nostradamus referenciando, según dicen sus seguidores, “La estrella azul” como el astronauta israelí Ilan Ramon; pero la verdad es que esta predicción no aparece por ninguna parte del libro “Centurias Astrológicas”. Lo que se concluye es que es una falsificación para tratar de mitificar y darle a Nostradamus las cualidades de profeta de las cuales evidentemente carece.
De esta forma se han hecho decenas de falsificaciones de supuestas profecías de Nostradamus, pero solo son manipulaciones malintencionadas de individuos o grupos de personas que pretenden mantener vivo el mito de Nostradamus, así sea a costa de engaños.
La grandísima mayoría de los cuartetos escritos originalmente por Nostradamus son tan vagos y vacíos que no predicen nada, solo crean confusión en la mente del lector para que éste último busque acomodar los hechos a lo escrito, tal como lo hacen los astrólogos de hoy con las cartas astrales y los horóscopos.
Así, Nostradamus es lo más parecido a los astrólogos de hoy en día, solo que Nostradamus contó con la suerte de estar patrocinado por los monarcas Franceses quienes a su vez se encargaron de darle un halo de grandeza y posterior mitificación la cual perdura hasta nuestros días, con seguidores tan dogmatizados que recortan de diferentes partes de su libro y acomodan lo escrito por Nostradamus para hacer parecer que en realidad Nostradamus predijo el acontecimiento.
Incluso hay algunos más deshonestos que se inventan los cuartetos, le ponen la firma de Nostradamus y lo presentan sin ninguna vergüenza a la humanidad. Todo esto con el fin de mantener vivo un engaño que nos acompaña desde el siglo XVI.