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Blogs del periódico El Tiempo - Julio 26 de 2007
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Las facultades de teología más importantes del mundo, tanto católicas como evangélicas, reconocen la profusión de mitos en las Sagradas Escrituras desde hace mucho tiempo y lo enseñan en los cursos avanzados de seminarios y postgrados en teología, aunque las facultades católicas sugieren no mencionarlo a los creyentes rasos. De otro lado, en los países protestantes, los resultados de esas investigaciones se filtraron al público general hace casi siglo y medio. Las consecuencias para muchos protestantes rasos fueron insoportables. En pleno auge del racionalismo y el positivismo científico, si la Biblia estaba repleta de mitos, ¿cómo podía ser veraz?
Independiente de si el lenguaje mítico puede transmitir verdades profundas de la realidad humana con una hermenéutica de tipo alegórico (lo cual es cuestionable), la realidad es que quien lea la Biblia sin prejuicios, con una mente racional, encuentra abundantes mitos patentes desde su comienzo hasta el final.
Un ejemplo particularmente corto y diáfano es el relato de la Torre de Babel (Génesis 11,1-9), que todos los biblistas y exégetas serios reconocen como una fábula que nunca ocurrió, pero que los "cristianos" de corte fundamentalista norteamericano consideran verdad histórica absoluta. El relato se examina a continuación según la traducción RVA95:
"Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Aconteció que cuando salieron de oriente hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Un día se dijeron unos a otros: 'Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego'. Así el ladrillo les sirvió en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Después dijeron: 'Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de toda la tierra'. Jehová descendió para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: 'El pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; han comenzado la obra y nada los hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero'. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso se la llamó Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra." |
Se pueden notar algunos aspectos divertidos. En primer lugar, el versículo inicial contradice lo que aparece justo en el capítulo anterior de la Biblia, donde se mencionan las diversas lenguas de los descendientes de Noé (Gn. 10,5.20.31). Pero dejando de lado esta contradicción intrascendente, hay otros aspectos que señalan el lenguaje mítico y la ignorancia científica del autor.
Dejando de lado la antropomorfización de un dios supuestamente todopoderoso y omnisciente que tiene que "bajar" para ver la ciudad y la torre, la frase puesta en boca de Yahvé al ver a los humanos construir su torre de ladrillo y asfalto (brea natural) es muy diciente:
"han comenzado la obra y nada los hará desistir ahora de lo que han pensado hacer " |
Es patente: el autor de este relato de Génesis puso en boca de Yahvé una preocupación ridícula: la de que los babilonios construyeran un zigurat que llegara al cielo. Que el autor haya puesto a Yahvé a confundir las lenguas para evitar la construcción de un edificio imposible de construir, muestra la absoluta ignorancia científica del autor, plasmada en lenguaje mítico.
Dejando de lado los absurdos de alcanzar el cielo con un zigurat, y de un dios supuestamente inteligente que se preocupa tanto que toma medidas al respecto, hay una sección que demuestra la falta de historicidad de la fábula. Es la explicación del surgimiento de los lenguajes.
Es un hecho que los lenguajes evolucionan. Cualquier lector hispano actual que trate de leer el Cantar de Mío Cid, de cerca del año 1200 EC, se encontrará con una versión de "español" asombrosamente distinta :
"Fabló mio Cid, el que en buen ora cinxo espada: -Martín Antolínez, sodes ardida lança, Si yo bivo, doblarvos he la soldada! Espeso é el oro e toda la plata, Bien lo vedes que yo no me trayo nada E huebos me serié pora toda mi compaña. Ferlo he amidos, de grado non avrié nada:…" |
La explicación mítica de Génesis para el origen de los idiomas es falsa, pues es un hecho que dos poblaciones que se aíslan geográficamente empiezan a acumular variaciones lingüísticas que hacen divergir sus lenguas de forma gradual, pasando primero a ser dialectos de una misma lengua, hasta que al final, tras unos siglos, se separan tanto que tienen que catalogarse como idiomas distintos.
Es un hecho: los lenguajes no se crean; evolucionan.
El relato de Babel no es más que un intento primitivo de explicar la existencia de los lenguajes, en una época en la que no se sabía que los idiomas evolucionan, por parte de personas que creían que la tierra era un círculo plano con el firmamento encima como un domo sólido que se podía alcanzar con una torre.
Desde esta cosmovisión primitiva es comprensible que el dios que morara sobre el domo del firmamento se preocupara y tomara medidas para evitar la invasión humana a sus dominios, y también se explica que el redactor usara esa fábula para dar una moraleja sobre la soberbia.
Por supuesto, queda sin explicar por qué los primeros en alcanzar el espacio fueron los comunistas ateos de la Unión Soviética a mediados del siglo pasado, con el primer satélite artificial, el Sputnik I, y con el primer cosmonauta en vuelo orbital, Yuri Gagarin. La preocupación de Yahvé ante unos babilonios que pretendían llegar al cielo con un método imposible, y su despreocupación absoluta ante unos comunistas ateos invadiendo sus dominios con tecnología científica adecuada, resultan incomprensibles.
Este mito, y muchos otros que se analizarán posteriormente, muestran que la Biblia no es un documento históricamente fiable sino que constantemente usa el lenguaje de la fábula para transmitir ideas primitivas. Más importante aún, muestra que las religiones cristianas evangélicas de corte norteamericano basan su teología en una mentira evidente: la de que la Biblia es 100% inerrante en el aspecto histórico y científico. "La Verdad os hará libres", reza un dicho adjudicado al Nazareno en el Evangelio según Juan… si las bases fácticas de estas sectas evangélicas son tan erróneas, ya se podrá concluir sobre el tipo de "libertad" que estas sectas ofrecen.
Notas
[1]. Nueva edición del artículo " Babel y la confusión de las Lenguas", publicado originalmente en:
http://www.geocities.com/torosaurio/genrev/babel.html
[2]. Obtenido de:
http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/68093064906351273000080/022667.pdf
[3]. Ver una muestra de la escritura original en:
http://guindo.pntic.mec.es/jmag0042/Mio_Cid.html
[4]. Se puede encontrar una apasionante introducción a la evolución de los lenguajes en este enlace:
http://axxon.com.ar/rev/134/c-134Divulgacion.htm
Quien lo lea, encontrará que la versión científica es mucho más complicada, pero muchísimo más interesante que la insípida y primitiva explicación bíblica.