Los problemas de la existencia humana han motivado la búsqueda de consejo desde los albores de la historia. Algunos han visto en ello un modo de vida y para aprovecharlo, proclaman ser capaces de predecir el futuro. Para obtener beneficio de la situación, estos "videntes" han desarrollado métodos de engaño impactantes, capaces de convencer sobre sus habilidades para percibir de forma sobrenatural, información importante sobre la vida de la víctima.
Tras el testimonio que el cliente de estos videntes presenta, se esconde una técnica llamada "Lectura en Frío", que consiste en recolectar información de la víctima con el análisis de su aspecto corporal, y en expresar frases generales que podrían aplicarse a cualquiera, para obtener retroalimentación con base en la respuesta verbal o corporal que da el cliente. Todo esto se hace de forma sutil para hacer creer a la víctima que la información se obtiene de manera sobrenatural. A continuación se analizarán las fases de una buena lectura.
1. Análisis visual de la persona.
La primera fase es un análisis del cliente tras su ingreso en la sesión. Puede incluir los siguientes elementos:
1.1. Forma de caminar del individuo
Toda persona transmite información inconsciente con su postura y su motricidad. Lentitud y posturas encorvadas pueden interpretarse como dolencias del sistema óseo. Rasgos motores como torpeza, tambaleo o inquietud, pueden sugerir rasgos de inseguridad, hiperactividad, u otras características mentales.
1.2. Interacción visual
La mirada puede puede decir mucho sobre su estado interior. Su ánimo, sensaciones, y preocupaciones, son discernibles en la expresión facial. Además, la dirección de la vista puede indicar el carácter del cliente. Miradas bajas o evasivas son típicas de personas tímidas, lo que se puede correlacionar con su seguridad en la toma de decisiones y en el trato social. Al contrario, una mirada fija en los ojos del adivino indica generalmente alguien más firme y seguro de sí mismo.
1.3. Forma de hablar
Las características verbales como gramática, semántica, entonación, volumen y acento, entre otros, dan bastante información sobre la vida del hablante. Se puede intuir su estrato socioeconómico, su educación, y sus posibles intereses.
Extrapolando estadísticamente se pueden conjeturar sus preocupaciones según las problemáticas típicas de su sector social. Así, para alguien de estrato social bajo, las preocupaciones típicas son de índole económica, mientras que alguien de estrato muy alto, podría tener problemas de sentido de vida o vacío
existencial. Habría una buena posibilidad de acertar.
1.4. Forma de vestir
La pulcritud en la presentación personal puede indicar cuánta autoestima tiene la víctima, o si es frívolo, o si es compulsivo u obsesivo. También puede indicar su solvencia económica.
1.5. Aspecto físico
En nuestra civilización el atractivo físico puede abrir o cerrar muchas puertas; se ha encontrado que las personas bellas tienen más oportunidad de ser contratadas. Las personas no muy atractivas pueden tener problemas de autoestima que repercuten en su relación con el sexo opuesto.
En otra línea, las personas agraciadas pueden sentir que sólo las valoran por su físico, lo que pueden considerar denigrante. Estos aspectos son minas de oro que el psíquico aprovecha para sacar información en sus sesiones.
2. Lectura del carácter de la víctima
En esta etapa se hace una descripción "psíquica" de la personalidad del cliente. El vidente usa con astucia los datos obtenidos en la primera fase, al igual que una buena dosis de ambigüedad y de ideas halagadoras para la víctima.
Algunas frases ejemplo serían estas:
- "A veces es tímida pero otras veces se comporta de forma muy atrevida": esta afirmación que parece específica realmente es totalmente general porque todos variamos nuestro comportamiento en distintas circunstancias.
- "Usted tiene un gran potencial desaprovechado que le será útil en el futuro": es una frase no comprobable y cualquier persona desearía que fuera cierta. El deseo de creer hace que la víctima lo acepte como cierto, o por lo menos posible.
En cada afirmación que emita, el psíquico debe estar atento a reacciones gestuales de la víctima para profundizar en los aciertos y disimular o relativizar los fallos, con el fin de ganar más credibilidad a ojos del consultante.
3. Tendido de "redes" y dramatización
Al "tender redes" se dan afirmaciones vagas pero aparentemente específicas para sacar información al cliente. Basándose en la información obtenida con los métodos previos, se pueden lanzar descripciones más o menos ambigüas para obtener más datos. Esto se debe hacer de forma muy vaga y al mismo tiempo se debe estar muy atento a la reacción corporal del cliente.
En el instante en que se detecte una respuesta positiva, ya sea por una expresión de asombro o por un asentimiento con la cabeza, el vidente debe reforzarle su acierto a la víctima de forma verbal. En caso contrario, debe desviar la atención del fracaso, ya sea menguando su importancia, o proyectándolo en el futuro: "aunque no ha sucedido, pronto ocurrirá". Se debe hacer énfasis en los aciertos y no volver a los fallos; la memoria del cliente olvida pronto esos inconvenientes.
La clave para una buen tendido de redes es ser lo más inexacto posible, haciendo pausas para darle tiempo a la víctima de que recuerde elementos que se ajusten con lo que se va diciendo. Este incremento de vaguedad en la lectura lo percibe el cliente como como altamente específico. Un ejemplo excelente lo ofreció Ray Hyman en un episodio de "Misterios de la Ciencia". Es algo parecido a ésto:
"Usted... (pausa) ... o alguien muy cercano a usted... (pausa) ... está en grave riesgo de... (pausa) ... o tal vez ya ha sido víctima de un accidente..."
El objetivo de las pausas consiste en dar una apariencia de precisión, mientras se hace lo opuesto: abrir el abanico de posibilidades para que la lectura sea acertada. Así, en la lectura anterior se tendió la red en varias direcciones: se tiene riesgo de un accidente, o ya se tuvo; o la víctima es quien consulta, o cualquier persona que él conozca.
Esta multiplicación de posibilidades se encargará de que el cliente recuerde a alguien que concuerde con la descripción. La probabilidad de que alguien o algún conocido de esta persona haya tenido o esté en riesgo de tener algún accidente es muy alta. Es prácticamente seguro que alguna de las opciones deberá ser aceptada por quien consulta. Si la persona reconoce a alguien que haya sido víctima de un accidente, probablemente responda dando la identidad del accidentado:
"¡Si!, el esposo de mi hermana sufrió un accidente el año pasado".
El vidente ya llevaría un punto muy fuerte a su favor. Según la respuesta del cliente a la frase previa se puede deducir la gravedad del suceso: si la persona cambia de semblante y se pone triste, es muy posible que el accidentado haya quedado gravemente incapacitado o muerto, mientras que si la persona responde con entusiasmo por lo acertado del medium, es casi seguro que la víctima se recuperó.
En el momento en que se capte un mal ánimo en quien recibe la lectura, aún antes de que el cliente responda, se puede agregar algo como:
"... y esta persona parece haber sufrido un daño muy grave... (pausa) ... es posible que haya muerto".
Esto pondría el último clavo en el féretro del pensamiento crítico de la víctima. La impresión sobre él sería imborrable.
Sobre un tema como éste se podría hacer una infinidad de afirmaciones vagas para obtener sinnúmero de datos sobre la vida del cliente. Por ejemplo:
"alguien recibió todo el dolor de ese accidente", "ese accidente los hizo sufrir mucho", "ese accidente les significó un desnivel económico" o cientos de cosas por el estilo. Ha dicho solamente una idea sobre hechos cotidianos, una perogrullada, y el vidente ya tiene a una víctima boquiabierta por la sobrenatural precisión de sus lecturas.
4. Predicción del futuro
Al captar información sobre el pasado y presente de una persona se gana la credibilidad y receptividad absoluta de la víctima. Este es el momento preciso para "predecir" sucesos. Como lo que se dice no ocurre actualmente, las equivocaciones no se pueden detectar inmediatamente. Es la etapa más relajada de la sesión psíquica. Sólo se tiene que jugar con las probabilidades. Por ejemplo:
- "El próximo año usted padecerá una enfermedad": cualquier persona sufre por lo menos una enfermedad al año, sea leve o grave.
- "El próximo mes usted emprenderá un proyecto": cualquier empresa humana, por sencilla que sea, se puede ver como un proyecto.
- "Pronto recibirá algo que ha estado esperando": se juega con las expectativas que tiene cualquier persona, a la vez que se deja tan ambiguo que se puede prestar a cientos de interpretaciones.
- "Usted se va a casar": es una afirmación muy probable, y con el nivel de confianza que en este momento ya se habría ganado el psíquico, haría que se creyera sin ninguna dificultad.
5. Justificación evasiva de los fallos
Para una buena lectura, el vidente jamás deberá aceptar un error de predicción sino disimularlo al máximo. Para esto, se debe convencer a la víctima de que es ella quien comete el error, o quien no logra recordar a quién se refiere el psíquico. Por ejemplo:
Adivino:
Usted ha recibido una ofensa el mes pasado.
Consultante:
Que yo sepa no he recibido ninguna ofensa.
Adivino:
Bien dicho: "que usted sepa"... Esta ofensa la hicieron sus espaldas y fueron personas muy queridas, de las cuales usted no sospecharía.
En este caso el adivino lleva todas las de ganar pues confunde al cliente: lleva su error a un campo inverificable: cara gana el vidente, sello pierde la víctima.
Consideraciones finales.
Se puede ver que la lectura en frío juega con las probabilidades, la dramatización, y el análisis de lenguaje corporal para obtener información sobre la marcha. La lectura no es más que un método de obtención de información inconsciente basada en la retroalimentación visual ante comentarios verbales.
Para dominar esta técnica y generar una buena impresión, el adivino debe tener un excelente sentido de observación y un buen juego de palabras, que obligue a la víctima a cooperar en la lectura. Con todos estos aspectos explicados, es útil mostrar un ejemplo de lectura que los ilustre.
El siguiente ejemplo de lectura, representado con la dramatización adecuada, podría dejar boquiabierta a cualquier persona que ignore la técnica:
"Algunas veces eres extrovertido, afable y sociable mientras otras veces eres introvertido, cauto y reservado. Has descubierto que es poco inteligente revelarte a los demás con demasiada honestidad. Prefieres un poco de cambio y
variedad, y te produce insatisfacción verte rodeado de restricciones y limitaciones.
A veces sientes la necesidad de gustar a los demás y sentirte admirado y, aunque tratas de que la gente te vea disciplinado y controlado, en tu interior sueles sentir una aprensión o inseguridad que no revelas. Sientes que tu personalidad tiene algunas flaquezas, pero has tenido la voluntad y la fortaleza necesaria para compensarlas. Aunque puedas ignorarlo, tienes muchas capacidades sin aprovechar, que no has convertido aún en ventajas para ti, pero que en un futuro próximo te brindarán grandes satisfacciones. A veces eres muy crítico contigo mismo."
Es posible que el lector haya encontrado una concordancia más bien alta entre este párrafo y su propia personalidad, pero con los elementos brindados hasta ahora, ya sabrá a qué se deben: el ejemplo no dice prácticamente nada. En él se ilustran varios de los principios que hemos tratado: frases ambiguas, lecturas en las que siempre se cumple una de dos opciones, uso de deseos secretos de la víctima, verdades universales... Nada específico.
Las situaciones exactas que supuestamente se adivinan durante una sesión, son información sacada sobre la marcha por personas que tienen mucha experiencia en estas técnicas. Es tal la versatilidad de la lectura en frío, que se puede realizar telefónicamente, lo que ha motivado la proliferación de este tipo de servicios, como las líneas psíquicas y astrales de videntes y otros farsantes.
Un ejemplo vívido del poder del impacto telefónico de una buena lectura en frío se puede encontrar en el artículo "Telefonee a un psíquico".
Las acciones que hacen los inescrupulosos para engañar sus víctimas y llenarse los bolsillos es indignante. Da grima que las personas que ignoran las artes usadas por psíquicos, astrólogos, tarotistas, videntes y otros farsantes, terminen dando testimonios entusiastas de cuán acertados fueron estos adivinos en su lectura. Una víctima de la lectura en frío terminará siendo defensor a capa y espada de los poderes de su vidente.
Una persona crítica debería hacerse las siguientes preguntas en presencia de un vidente:
- Si adivinan el futuro, ¿por qué no advierten a la ciencia de próximas patologías para que la ciencia se adelante al descubrimiento de una cura?
- ¿por qué no adivinan el próximo número ganador de la lotería para llenarse de dinero y no tener leer la suerte en un garaje?
- ¿por qué no advierten a los gobiernos de las diferentes naciones sobre un futuro difícil para su país y así evitarlo?
Se le podría hacer estas preguntas a los psíquicos, a las cuales responderían con argumentaciones vacías, sin sentido, y justificaciones ad hoc... de la misma forma como justifican sus predicciones fallidas.