Seguramente, muchas personas dedicadas a luchar contra la pseudociencia se han enfrentado a la pregunta: ¿para qué luchar contra ella? Quien la formula piensa normalmente que la astrología, la cartomancia, la ufología, la cirugía psíquica, el contacto con los muertos, etcétera, son inofensivas y no le hacen daño ni a las personas ni a la sociedad.
Esto es falso. Empecemos por lo obvio: pocos practicantes de pseudociencias hacen uso de sus “habilidades” sin cobrar o sin pedir una contribución “voluntaria”. Con éstas llegan incluso a crear emporios económicos, como es el caso del famoso Walter Mercado, quien ha hecho su fortuna vendiendo “consejos” a miles de personas en un continente caracterizado por su pobreza.
Estos farsantes, además de enriquecerse con la ignorancia ajena, causan un mal mayor a la sociedad pues para que su negocio sea lucrativo es indispensable que sus clientes continúen creyendo, y esto implica que sigan en la ignorancia, dejen de lado su espíritu crítico y no indaguen por la veracidad de estas prácticas y métodos.
Cuando alguien deja examinar y de analizar objetivamente la evidencia, se convierte en un peligro para sí mismo y quienes lo rodean. Tal vez esto parezca un poco exagerado pero para entenderlo presentaremos algunos ejemplos que muestran cómo se puede perder la vida cuando se deja de lado la razón.
Una víctima de Benny Hinn
El pequeño Wesley Parker era un niño de 11 años, el mayor de sus cuatro hermanos, que vivía en California, Estados Unidos. Sus padres, Larry y Alice Parker eran devotos cristianos que amaban a sus hijos y oraban fervientemente por la curación de Wesley, quien padecía diabetes y debía recibir inyecciones de insulina todas las mañanas. Los miembros de su congregación también oraban por su salud. El 19 de agosto de 1973, el reverendo Benny Hinn llegó a su iglesia preguntando quién quería una oración especial. Hinn, famoso teleevangelista, realizó cientos de “curaciones milagrosas” en los Estados Unidos.
Por supuesto Wesley fue el candidato perfecto para una de estas sanaciones. Al día siguiente, lunes 20 de agosto, Larry, el padre de Wesley decidió seguir el consejo de Hinn y no le dio la dosis diaria de insulina a su hijo. Por la tarde estaba un poco indispuesto, al otro día a duras penas se pudo levantar de la cama aunque su comunidad y el reverendo Hinn oraban fervorosamente por su salud. Wesley murió al tercer día. Como consecuencia de esto, sus padres fueron arrestados y condenados por homicidio involuntario y abuso infantil en el condado de San Bernardino, California(2)
Pseudociencia Cristiana
Matthew era un bebé de Detroit, Michigan. En 1977 murió a causa de meningitis espinal producida por la bacteria Haemophilus influenza. Si esta enfermedad es tratada a tiempo con antibióticos es curable en un 95% de los casos. El problema para Matthew era que sus padres pertenecían a “Ciencia Cristiana” una secta evangélica que se opone a los tratamientos médicos y en su promulga la curación por medio de la oración.
Quienes oraban por Matthew interpretaban sus síntomas como evidencia de su sanación, pero cuando, a causa de sus convulsiones, se rompió un hueso, dijeron que en este caso los médicos sí podían atenderlo. Cuando sus padres, Doug y Rita Swan lo llevaron al hospital, fue remitido de inmediato a cuidados intensivos. Una semana más tarde murió. Después de su muerte sus padres fundaron la organización CHILD: Children´s healthcare is a Legal Duty (la protección infantil en salud es obligación legal) pues están convencidos de que la “Ciencia Cristiana”, brinda información errada y sin evidencia científica que pone en peligro la vida de cientos de niños con la mala suerte de ser hijos de practicantes de esta secta.
No sólo es un drama infantil
Probablemente tanto Wesley como Matthew vivir ían si sus padres no hubieran consagrado sus vidas a la irracionalidad religiosa. En ambos casos no era necesario que fueran científicos brillantes que comprendieran a la perfección el funcionamiento del cuerpo ni mucho menos; era simplemente cuestión de indagar, analizar las opciones que tenían y tomar una decisión inteligente.
Pero los niños no son las únicas víctimas de la irracionalidad, incluso los adultos son capaces de poner su vida en un segundo plano para creer cuanta basura les venden.
El Holocausto de Guyana
Jim Jones era el líder de la iglesia “Templo del pueblo de California”, fundado en la década de los 50. Acusado de evasión de impuestos, Jones reubicó su templo en Guyana, en 1974. Allí fundó el “Proyecto agrícola del Templo del pueblo”, en el asentamiento conocido como Jonestown, cerca a la ciudad de Port Kaituma. Jones instó a sus seguidores, en general personas con bajos niveles educativos y económicos, a dejar todas sus pertenencias y unirse a él en el asentamiento, asegurándoles que sería un paraíso. Sus más de 900 seguidores se llevaron una desagradable sorpresa cuando padecieron jornadas laborales de once horas diarias, seis días a la semana en el tórrido clima de Guyana.
Las comidas consistían solamente en arroz y fríjoles mientras Jones se deleitaba con frutas tropicales, carnes, huevos, ensaladas, bebidas alcohólicas, todo pagado de su fortuna personal que ascendía al menos a 26 millones de dólares. Los niños eran separados de sus padres y obligados a llamar “papá” a Jones al igual que los adultos. Algunos guyaneses hablan de las golpizas y los “hoyos de tortura” en que eran metidos los niños desobedientes.
El gobierno estadounidense, encabezado por el congresista Leo Ryan, trató de investigar las condiciones en que se encontraban los habitantes de Jonestown. Sin embargo, él y otras cuatro personas fueron asesinados cuando abandonaban el asentamiento, después de culminar su trabajo e instar a algunos practicantes a abandonar con ellos el campamento. Esto ocurrió el 18 de noviembre de 1978.
Esa noche, Jones y sus más cercanos colaboradores prepararon una bebida con sabor a uva que contenía Valium, clorhidrato y presuntamente cianuro. Aunque al principio se creía que estas 909 personas se habían suicidado, las investigaciones posteriores indicaron que en muchos casos fueron obligadas a tomar el veneno: fueron asesinadas. Jones los había convencido de que eran perseguidos y que él los protegería.
Mortíferas tonterías interplanetarias
En 1997 el cometa Hale-Bopp surcaba los cielos cercanos a la tierra. Un fenómeno poco común pero para nada extraño en astronomía. Sin embargo el mundo se vio conmocionado pues su paso causó la muerte a 38 personas aparentemente racionales y sin ninguna limitación mental.
Estas personas eran seguidores de Marshall Applewhite y Bonnie Nettles, fundadores del culto religioso “Heaven’s Gate” (puerta del cielo) quienes los convencieron de ser visitantes de otra dimensión. Según este peligroso par de orates, la tierra sería “reciclada” y los que siguieran su mensaje dejarían este planeta y abordarían una nave espacial en la que estaba Jesús. La supuesta nave se escondía en el cometa.
Casi todos los miembros de este culto y su fundador Marshall Applewhite (Bonnie murió en 1985) tomaron fenobarbital mezclado con vodka y envolvieron su cabeza con bolsas plásticas para asfixiarse el 26 de marzo de 1997. Todos murieron aunque para evaluar las enseñanzas de Applewhite solo bastaba el sentido común para entender cuán ridícula es la idea de una nave espacial tripulada por Jesús a la retaguardia de un cometa. Ellos decidieron dejar la razón de lado y las consecuencias fueron mortales.
Sandeces sanguíneas
Recientemente, en Inglaterra Emma Gough murió después de dar a luz mellizos. Su muerte se hubiera podido evitar con una transfusión de sangre que la mujer rechazó por que sus creencias religiosas se lo prohibían: Emma era Testigo de Jehová, y ahora sus dos hijos crecerán sin su madre por un dogma religioso que se fundamenta en tres citas bíblicas que consideran indistinguibles la digestión y la transfusión. Esta interpretación absurda y pseudocientífica fue elucubrada por el expresidente de esa organización, Natan Knorr.
Como Emma, cientos de niños han muerto por que sus padres ponen por encima de la vida de sus hijos sus creencias religiosas, producto de la irracionalidad, la manipulación y la falta de información.
"Cirugía" sin escalpelo
Un tipo notorio de charlatán es el "cirujano psíquico". Entre los más famosos están los brasileños y los filipinos, que realizan operaciones y extraen tumores “con el poder de su mente” sin que el paciente sienta dolor, aunque presuntamente atraviesan la piel a mano limpia.
Una de sus más reconocidas víctimas fue el comediante norteamericano Andy Kaufman quien acudió a ellos como último recurso para curar el cáncer de pulmón que padecía. Según su "cirujano", su operación fue todo un éxito aunque Kaufman murió poco tiempo después de someterse al procedimiento.
Los dioses y las enfermedades terrenales
Hace dos años nació en India Lakshmi Tatma quien tenía cuatro brazos y cuatro piernas (3) . En una tierra de dioses extraños, fue todo un acontecimiento: los vecinos de su comunidad pensaban ella era la encarnación de Lakshmi, diosa hindú de la riqueza, la fortuna, la belleza y el amor.
Su enfermedad no se debió a los caprichos de una diosa inmaterial que quisiera encarnarse en la tierra sino a una extraña condición médica, denominada “gemelo parásito”; aunque su madre estaba esperando gemelos, uno de ellos no se desarrolló completamente y se fusionó con el otro, de ahí que la niña además de tener los cuatro brazos y las cuatro piernas tenga además dos espinas dorsales, cuatro riñones, y dos cavidades torácicas, entre otras rarezas médicas. Esto le habría causado serios problemas de salud y graves impedimentos para su desarrollo como persona, pues además de los problemas para la autoestima que puede generar el ser un fenómeno, Lakshmi no podría ni siquiera caminar.
Sus padres, por fortuna, no fueron tan irracionales como sus vecinos y al consultar con especialistas les informaron que la condición de la niña era extraña pero no sobrenatural. En un principio se negaron a realizar la cirugía por su alto grado de complejidad, pero más adelante el médico indio Sharan Patil, se prestó para realizar la operación, junto con un equipo de 36 médicos. Los vecinos se opusieron pero esta vez venció la razón y la niña fue operada con éxito a comienzos de noviembre pasado.
Vale la pena considerar el infierno existencial al que habría sido sometida Lakshmi, si sus padres hubieran cedido a la irracionalidad religiosa de sus vecinos.
La fe es letal
Una de las mayores tragedias que ha padecido la humanidad se basó en una creencia irracional: la supremacía de la raza aria. Este argumento se usó por Adolf Hitler para acabar con la vida de seis millones de judíos, polacos, y gitanos, entre otros.
Miles de personas mueren cada año víctimas de la sinrazón: dejan de lado tratamientos médicos para ponerse en manos de chamanes, pastores religiosos, homeópatas y demás farsantes, con lo cual, una enfermedad fácilmente curable por la medicina moderna puede terminar causando la muerte, cuando se "trata" con las pseudomedicinas alternativas.
Pero las consecuencias de la irracionalidad pueden ir más allá, llegando incluso a afectar a quienes no ceden al comportamiento irracional de las "terapias" de los charlatanes.
Suponga, por ejemplo, que un miembro de alguna iglesia fundamentalista que rechaza la evolución, se contagia de una grave infección respiratoria bacteriana curable con antibióticos de última generación: un tratamiento costoso pero efectivo en un altísimo porcentaje de los casos, incluso aunque no se tenga "fe" en el tratamiento.
La creyente inicialmente toma sus medicamentos según la recomendación médica, pero su pastor le dice que debe dejarlos porque dios la va a sanar y recurrir a fármacos sería poner en duda su Santo Poder. Ella obedece a su pastor e ignora las recomendaciones médicas.
Al suspender el tratamiento sin haber erradicado todas las bacterias, las que sobrevivan serán las más resistentes al antibiótico. Al volver a reproducirse, los descendientes de estos agentes infecciosos serán resistentes al antibiótico de última generación que los hubiera eliminado si no hubiera sido suspendido.
Como la creyente no va a ser curada mágicamente, volverá al hospital con síntomas agravados y con una infección más virulenta, que contagiará a quienes tengan deficiencias inmunologicas en el hospital. Es el comienzo de una nueva epidemia resistente a antibióticos que de no ser contenida, puede llegar a cobrar la vida de decenas o centenares de personas.
Esta vez el tratamiento es más costoso aún y menos eficiente: el creyente, a causa de su irracionalidad, puede volverse un peligro clínico para la sociedad con las muertes y gastos económicos que esto implica para el sistema de salud.
Conclusión
La irracionalidad es peligrosa para el género humano como especie. Puede poner en peligro la vida, el bienestar, la salud y el desarrollo social. Basta ver la obsesión y el ataque religioso contra la investigación en células madres, que podría brindar la cura potencial de miles de enfermedades genéticas y el desarrollo de la ingeniería de tejidos, todo basándose en la idea ridícula de almas infusas en una célula, para ver cuánto hay en juego.
La razón es el arma más poderosa que tenemos los seres humanos para enfrentar el mundo en el que vivimos: el hambre, le guerra, la iniquidad, los problemas sociales, la enfermedad, pueden eventualmente llegar a ser solucionados si se promueve el pensamiento crítico y el diálogo racional entre toda la población, y no sólo entre los más pudientes. Cuando toda la sociedad tenga elementos de pensamiento racional y crítico, será mucho más fácil resolver ecuánimemente los conflictos.
Sin embargo, la renuncia de muchos individuos a la razón, no solo deja de lado la mejor cualidad de los seres humanos sino que afecta peligrosamente a quienes los rodean. Por esto hay que atacar las pseudociencias. La credulidad es un peligro social, una lacra para el avance de la humanidad, que sólo la educación podrá resolver definitivamente.
[1] Véase:
http://debalinadas.blogspot.com/2005/05/wizards-of-west-bengal.html
[2]. Véase:
http://www.tetragrammaton.org/living21.htm
http://cief.blogcindario.com/2006/04/00085-la-verdad-sobre-benny-hinn-extracto-del-libro-cristianismo-en-crisis.html
[3] Véase:
http://news.bbc.co.uk/2/hi/south_asia/7080326.st